Procedimiento PRK
La historia del procedimiento PRK revolucionó la corrección visual con láser en 1996 y reemplazó los antiguos procedimientos RK que realizaban los cirujanos. El PRK es seguro, efectivo y ofrece resultados duraderos. Puede haber un breve retraso en la claridad visual, pero la mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades hacia el quinto día postoperatorio. Algunos pacientes pueden no ser candidatos ideales para el LASIK, pero sí para PRK, especialmente si tienen prescripciones altas o una córnea delgada.


Acerca del procedimiento PRK
El procedimiento PRK es muy seguro, ya que se trata de una cirugía sin cortes y mínimamente invasiva, que trabaja en la superficie externa de la córnea, por lo que presenta una tasa de complicaciones intraoperatorias del 0%.
El primer paso del procedimiento consiste en retirar la capa epitelial externa de la córnea. Este paso es indoloro porque el paciente recibe gotas anestésicas en el ojo. Luego, el láser se aplica en la capa estromal de la córnea para remodelarla a una nueva curvatura, corrigiendo así la prescripción y la visión del paciente.
Al finalizar el procedimiento PRK, se coloca un lente de contacto terapéutico en el ojo, el cual permanece durante una semana hasta que la nueva capa epitelial cicatriza (en un periodo de 3 a 5 días). Los pacientes obtienen la misma nitidez visual que con el LASIK.
El Dr. Columbus ha realizado miles de procedimientos PRK a sus pacientes.
